La diabetes es la tercera causa principal de muerte en los Estados Unidos. Aún más escalofriante, es la primera causa de muerte para los niños. Las crecientes tasas de obesidad en este país también han llevado al aumento de las tasas de diabetes tipo II (también llamada diabetes de adultos). Hoy en día, uno de cada 12 adultos se ven afectados con la enfermedad. Esto significa que más de 16 millones de personas tienen la enfermedad, con 6 millones de ellos caminando sin diagnosticar y sin darse cuenta de su condición sensible a la insulina.
La diabetes tipo II es creada por el aumento de la edad, la obesidad, la mala alimentación, la alta tensión y la inactividad física. Todas estas condiciones se puede remontar de nuevo a una fuente ... alta acidez. El exceso de ácido estilos de vida y la elección de alimentos tienen impactos negativos en la salud, que se muestra por las tasas de diabetes en rápido aumento en el país.
La diabetes es un trastorno de edad. Se ha sabido de hace miles de años y sin embargo, es sólo hoy que se ha convertido en una epidemia. Parte del problema es que la naturaleza de la diabetes es un misterio, incluso para los adultos educados. La gente no entiende lo que hace la insulina en el cuerpo y cómo el metabolismo de la insulina afecta la salud. Incluso actual ciencia médica tiene algunos conceptos erróneos acerca de la verdadera naturaleza de la enfermedad.
Por ejemplo, muchos en la comunidad médica creen que la obesidad es la causa de la diabetes. Sin embargo, la obesidad es el resultado de un mayor consumo de carbohidratos complejos y azúcares simples. La alta tasa de consumo de estos productos (que se hacen de los alimentos acidificantes de azúcar y trigo procesado) conduce a la alta acidez en el cuerpo. El cuerpo trata de hacer frente al aumento de los ácidos residuales mediante el uso de la grasa para neutralizar el ácido. La grasa se almacena entonces como una salvaguarda para las células en el cuerpo.
También existe la creencia de que la insulina es necesaria para regular los niveles de azúcar en la sangre en los cuerpos. El término "dependiente de la insulina" se ha creado en el 1950 para crear la impresión de que el músculo y la grasa requieren insulina para tomar la glucosa (azúcares creados por el consumo elevado de carbohidratos y alimentos azucarados). Sin embargo, estudios actuales muestran que muchas cosas diferentes en el transporte de glucosa en el cuerpo. Las células necesitan glucosa para su proceso de respiración celular. El cuerpo se asegura de que las células reciben que, sin importar la cantidad de insulina en la actualidad.
Resistencia a la insulina, que es un precursor de la diabetes tipo II, es llevado a través de un estilo de vida muy ácida y la elección de alimentos ácidos. Se produce en el hígado, los músculos y las células de grasa. El exceso de cafeína, chocolate, azúcar y carbohidratos estimulan estos órganos y tejidos corporales. Como se estimula el cuerpo, las células comienzan a liberar su glucosa y esto lleva a los niveles elevados de azúcar en la sangre que la gente ve cuando lo hacen las pruebas de azúcar en la sangre. Las células del cuerpo están desorganizados y el estado altamente ácido puede conducir a una serie de problemas, incluyendo la prórroga envejecimiento prematuro, hipertensión arterial, la inhibición de la liberación de glucógeno del hígado, y la inhibición de la quema de grasa.
Durante la estimulación de los tejidos corporales a través de los alimentos ácidos pueden causar mucho daño, y la diabetes tipo II es sólo un síntoma de un estilo de vida ácida. Con el fin de llevar el cuerpo en equilibrio, debe incluir vegetales verdes alcalinizantes, bebidas verdes y buenas grasas en su dieta. Las proteínas vegetales de granos y legumbres también ayudan a restaurar la homeostasis anterior del cuerpo. La dieta del milagro del pH incluye un plan equilibrado para comer con su cuerpo, en lugar de en su contra. Con la aplicación de los principios de la dieta, el control y la prevención de la diabetes es una simple cuestión de la alimentación alcalina y de vivir.
